¿Tienes problemas con el agua caliente o la calefacción? La mayoría de los fallos de las calderas no son averías reales, sino problemas bastantes comunes relacionados con el mantenimiento.
En este post vamos a repasar los más comunes y su forma de reparación, para que en caso de que estés teniendo uno de ellos puedas identificarlo y solucionarlo lo más rápido posible.
Consejos para la reparación de calderas
Para evitar grandes averías lo más adecuado es llevar un mantenimiento frecuente de la caldera, no solo en invierno y estaciones frías, sino durante todo el año, ya que el no uso de esta también puede traer consigo problemas.
A lo largo de este artículo, haremos una recopilación de consejos para la reparación y mantenimiento de la caldera. Algunos de los aspectos más importantes son:
Uso de la caldera
Los expertos recomendamos que durante los meses de verano, la calefacción se encienda durante 10 o 15 minutos una vez al mes para comprobar que su funcionamiento es el correcto. El uso irregular de las calderas y el parón en su funcionamiento puede provocar algunos problemas de uso.
Controlar la presión de la caldera
Las calderas con el paso del tiempo pierden presión, lo que puede llegar a provocar un funcionamiento ineficiente. Por este motivo, diríjase hacia su caldera y compruebe el indicador de presión y si es necesario, meta más presión al circuito.
Si cuando lo está comprobando no sabe si la presión es óptima le recomendamos que consulte el manual, ya que dependiendo de la caldera necesita un nivel u otro o, en su defecto, póngase en contacto con nosotros para que un técnico especializado pueda poner a punto su caldera
Purgar los radiadores
Purgar los radiadores significa sacar el aire que pueda haber dentro. En ocasiones, los radiadores emiten ruidos raros cuando tenemos la calefacción encendida o, están más fríos por la parte de abajo que por la parte de arriba. Ambas situaciones significan que hay aire en el sistema. Por lo tanto, para expulsar el aire necesitamos purgar los radiadores. Si no se realiza, el sistema no funcionará de manera eficiente, por lo que los indicadores de presión van a variar y no se va a conseguir una climatización óptima.
Para purgar los radiadores se debe apagar la calefacción previamente, acto seguido gira la llave hacia la izquierda y debe escuchar un sonido que significa que el aire está saliendo del radiador. Cuando el agua empiece a gotear, debe cerrar la válvula y ya habrá terminado con el proceso. Puede que una vez finalizado esto, deba aumentar la presión de la caldera.
Revisar las fugas
Existen algunas situaciones que indican que algo no funciona bien como pueden ser las fugas, grietas, ruidos o marcas de hollín negro. Cuando alguna de estas cosas ocurren debe repararlo cuanto antes para que el problema no aumente y suponga una avería más grave.
Por otro lado, se debe observar el sistema para comprobar que no hay obstrucciones ni suciedad en los conductos ni en los respiraderos.
Color de la llama
Uno de los indicadores de que todo funciona correctamente es el color de la llama. Esta debe ser de un azul fuerte y claro. Si al observala detectamos que el color es amarillo o ahumado, puede significar que algo no funciona bien. Lo mejor ante esta situación es llamarnos para que un técnico pueda solucionar la avería cuanto antes.
Ventilación de la caldera
En ocasiones, las calderas se encuentran en un trastero, armario o garaje. Las calderas necesitan ventilación para su correcto funcionamiento, por lo que el espacio alrededor de la caldera debe estar libre de obstáculos. Además, es recomendable que la caldera se encuentre en un lugar fácil de acceder para que sea más sencillo manipularla en caso de que fuese necesario.
Observar las tuberías
En ocasiones, cuando las temperaturas bajan de los cero grados, la tubería de condensado exterior puede congelarse. Si esto ocurre, la caldera se apagará como medida de seguridad y hasta que el problema no esté solucionado, esta no volverá a funcionar. Para solucionar el problema, puedes echar agua caliente en el tubo para que el hielo se derrita.
Si quieres evitar este problema antes de que te ocurra, la mejor técnica es aislar las tuberías o mantener la temperatura de la calefacción constante en días muy fríos con riesgo a heladas.
Detector de gases
Las calderas defectuosas en ocasiones, producen monóxido de carbono. Este gas no se puede ni ver ni oler, sin embargo, es un gas muy peligroso. Por ello, cada hogar debe tener un detector de este gas con una alarma. Lo debes situar cerca de la caldera y comprobar su funcionamiento mensualmente.
Mantenimiento anual
Su caldera debe ser revisada una vez al año por un especialista que esté acreditado en el mantenimiento de calderas, aunque su caldera a priori parezca no tener ningún problema. El técnico revisará todas las piezas de su caldera y le limpiará los componentes.
El mantenimiento es muy importante ya que previene averías, cuidar del sistema puede suponer un ahorro de costes a largo plazo en reparaciones.
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